Roleros del Abismo
Dungeons & Dragons caja roja de Dalmau

La nostalgia rolera se nos está yendo de las manos: el paso inexorable de las eras ha creado, a un tiempo, una fabulosa oportunidad de hacer dinero con nuestros recuerdos y la de recuperar el sabor de las antiguas partidas gracias a manuales que perdimos hace mucho tiempo.  Como la Caja Roja de Dungeons & Dragons publicada en España por Dalmau.

La generación que descubrió el rol en los 80 y en los 90 está dando salida a sus fondos de armario -“total, si ya ni juego”- y comprando un billete al pasado en tiempos donde vivimos sin tiempo. ¿Cualquier roleo pasado fue mejor? No lo sé, pero más barato seguro.

Esa nostalgia que se explota en televisión -Stranger Things-, música y memorabilia -Yo fui a EGB- nos viene mordiendo los talones a los viejos roleros. ¡Un manual de Stormbringer de JOC! ¡Una edición impoluta del Manual del Buen Ladrón de AD&D! ¡Un Warhammer primera edición en inglés! ¡Los primeros módulos de D&D! Y por supuesto… ¡la mítica caja roja!

Nostalgia por la caja roja… y precio

D&D DalmauHostia, habéis visto el precio. Vale que con el tiempo hay obras que se revalorizan, y que algunas son inencontrables, pero:

  1. ¿Te conformarías con una versión digital de la caja roja?
  2. ¿Lo vas a jugar?
  3. ¿Lo vas a leer?
  4. ¿Te va a servir para completar la colección?
  5.  ¿Hay buena relación precio/partido que le vas a sacar?
  6. ¿En qué estado de conservación está?

Porque si compramos sólo como un canto a épicas pasadas -“jajaja, mira qué risa, aquella vez que pedimos a unos sacerdotes de Cyric que resucitaran a tu paladín y te convirtieron en un zombie”- a precios desorbitados, estamos alimentando una burbuja que reducirá las posibilidades de disfrutar de material rolero añejado en barrica, aunque el mercado esté cada vez más inundado de material. Está bien reconocer el valor de las cosas pero se ven algunos precios por Wallapop que es para mandar un chat en plan “ARE YOU OUT OF YOUR FUCKING MIND”… Adornando este post van unas cuantas que he visto:

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Siempre puede haber suerte

Los grandes precios deberían reservarse a material que lo valga, por su potencial para darnos diversión, por llenar un hueco importante en el alma, por su (bien comprobada) falta de conseguirlo por otros medios, el aprecio por lo físico…

El año pasado tuve la suerte de hacerme, a través de Chaosium, de un Orient Express actualizado -edición Kickstarter 2012- encontrado en un almacén de nosedonde -un lote de X ejemplares- que se pusieron a la venta a las 10.00 AM y duraron lo que un orco paseando por el bosque de Lorien.

No salió barato (116 € con gastos de envío), pero sustancialmente más económico que los 300 o 400 dólares que se piden online por cajas de la edición primigenia de los 90. Un dinerito, sí, pero una campaña mítica que espero jugar durante uno o dos años, y seis kilos -seis kilos- de caja con manuales, material de apoyo, ayudas de juego. Relación desembolso/nostalgia adecuada.

En suma; coleccionistas sí, pero ojo que esto no son antiguas piezas egipcias ni la casa de subasta Sotheby’s. Hay algunas líneas rojas (como la caja roja de D&D de Dalmau) que mejor no traspasar a menos que te encuentres un precio razonable. Aunque pegue la nostalgia: siempre puedes obtener el material online mientras no baje de precio.

Que quede claro que cada cual es libre de poner el precio que le plazca y quien tenga monedas de oro acumuladas de sus aventuras puede gastarlas a su gusto. Pero a mí me parece que se ha gestado una burbuja.

¿Qué opináis vosotros? ¡Mandadnos algún ejemplo sangrante al Abismo!

PD: La oferta que ilustra este post estaba hace poco a 550 €, otra ganga.

Related Articles

3 CommentsLeave a comment

  • Bueno, yo hace poco vendí un monkey Island a 120€.

    ¿Caro? Costó 14.000 pesetas hace 30 años.

    Todo depende de las circunstancias del comprador. Si llevas tiempo buscando, si solo te falta ese, si tienes ansia por tenerlo…

    Claro que lo vale.

    Por cierto, en wallapop hay sobreprecio porque se suele negociar.

      • Por supuesto, Antonio, nadie lo pone en duda, gracias por comentar. Hay que reconocer el valor de un objeto, pero personalmente pienso que hay márgenes más sensatos (mucho). Es difícil ponerle precio a la nostalgia. En mi opinión, no los vale, y menos ahora que el material está disponible (incluso hay quien fabrica réplicas de cajas).

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.